domingo, 12 de mayo de 2013

Frustración [Conquistadores 1.2]


El portal disforme de los Conquistadores de Mundos quedaba ya en un breve brillo que se apagaba progresivamente. La flota comenzó a girar al unísono, desactivando los reactores de estribor y ladeando para ofrecer el mejor ángulo de tiro a los poderosos cañones.

La compuerta del compartimento principal del puente se abrió con un sonido hidráulico para dar paso al capitán de la 4ª Compañía.

_ Krago, informa, ¿dónde estamos?_ el recién ascendido capitán Groa, entró en el puente de mando con las calaveras anilladas a su tabardo metálico repiqueteando a cada firme paso.

_ Es tan difícil de escupir que prefiero que lo leas tú mismo_ contestó secamente.

Al detenerse a observar por la holopantalla principal, Groa pudo ubicarse en torno a informes oficiales de los planetas del sistema… Sagkeion Lambda…  Su joven rostro libre de marcas de guerra, a pesar de su más de medio siglo, se hacía notorio entre los integrantes del capítulo, ya que no es lo que cabria esperar en la apariencia de un capitán de los Conquistadores de Mundos, y es evidente que era esa peculiaridad la que le había acuñado el apodo de “el Intocable”..

_ Parece que hemos topado con unos intrusos en nuestro patio_ comentó levemente mientras ambos capitanes admiraban las imágenes de las baterías en carga.

_ Escudos a media potencia. Los disparos tendrán esa energía extra, estamos a una distancia considerable. Posiblemente ni nos hayan detectado, y aunque lo hubieran hecho, no estamos entre sus principales preocupaciones._ aconsejó Groa al comandante.

_ ¿Eso cómo lo sabes?_ añadió taciturno Krago.

_ Si me estuviera equivocando, no estaríamos discutiendo necedades_ sentenció rápidamente Groa.

Krago se limitó a emitir un gruñido de resignación. Reconocía una estrategia mejor cuando se la ofrecían, pues el orgullo no era un sentimiento arraigado en él en cuanto a la estrategia se trata, lo cual lo hacía bastante popular entre el capítulo, pues reconocía su falta de sabiduría. Groa había sabido hacerse valorar entre la flota, por lo que fue el mismo Krago quién le pidió que la 4ª acompañara a la 6ª Compañía.  Si sus puños fueran tan rápidos como sus palabras, quizás hasta debiera ser él quien estuviera sentado en el Mando de la Sometedora.

_ ¿Traidores en su conjunto?_ quiso saber el recién llegado.

_Parece una maldita convención.

_ A la que nos han invitado en muy buena hora. Una suerte que nos hayamos reunido con Trémulo y Nakor tras recoger a los neófitos de Quimera II. Poseemos buena fuerza intimidatoria.

 Pero por suerte no disuasiva… pensó Krago. Ya eran suficientes planetas enteros los que había visto rendir armas tras la sola llegada de la Sometedora a la órbita Una actuación tan cobarde inspiraba en su ego una repulsión total, es por ello que varias veces había ignorado tales rendiciones repentinas. Esos recuerdos acudían a la mente de Krago en raras ocasiones, pero siempre conseguían arrancarle una sonrisa burlona.

_ ¿Se trata de alguna legión específica? Parece que persiguen a esa flota muerta con mucho ahínco._ preguntó Groa con un hilo de esperanza en la inmediata respuesta.

_ No se ha especificado aún. Deben de querer saquear y rapiñar esas antiguas naves. Podrían estar tripuladas, siguen un rumbo fijo.

_ Lo dudo_ intervino Groa_ Sus núcleos energéticos podrían estar dañados, quizás por eso no pudieran disparar ni mantener sus escudos, pero si no se reconoce señal telepática alguna quiere decir que no disponen de navegantes.

Mientras los capitanes de la 4ª y la 6ª debatían la estrategia, en tres interminables minutos, la flota quedó completamente escorada, y sus baterías de babor comenzaron a esputar láser tomando a un Crucero Desolador  y dos fragatas como objetivo.

Los potentes cañones recalentaban el armazón de las naves poco a poco, pero lanzaban disparos potentes y no muy numerosos, aunque con andanadas disciplinadas. Los escudos de las naves traidoras vibraban y se mostraban visibles, esforzándose por absorber la salva energética como burbujas  amenazadas de ser atravesadas por agujas.

Los objetivos se vieron pronto envueltos en un fuego cruzado entre los regimientos y la Sometedora. Interrumpiendo la escena, una voz sin alma se hizo notar.

_Mi señor, recibimos una línea comunicativa estable_ señaló uno de los inmutables servidores.

_Ponme en contacto con ella_ ordenó Krago.

_ Al habla el comandante Frago Bugher,  al mando de la Honra del Emperador, y de la ilustre flota de los Dragones Dorados de Kulko, exijo conocer al comandante de vuestra flota, así como sus intenciones en cuanto a este conflicto.

_De haber sabido la retahíla que iba a recibir impunemente, habría ordenado cambiar de frecuencia de búsqueda_ comentó jocosamente Groa, ante la visible ofensa que se dibujaba en el rostro del disciplinado comandante Frago Bugher.

_ Aquí Krago, de los astartes Conquistadores de Mundos_ contestó sin hacer caso aparentemente a la broma de su segundo.

_¿…Grado?_ dijo el comandante Bugher tras una pausa, quizás, dando por hecho una contestación más honrosa.

La pregunta hizo acomodarse a Krago en el asiento de cuero para encorvar hacia la pantalla su rostro acompañado de su interminable cicatriz.

_ El mayor que va a encontrar aquí…

Tras un nuevo silencio, Groa sintió que Krago lo había domesticado con un simple gesto.

_Venimos en respuesta a una petición astropática de este sistema, Lambda.

_ Agradecemos vuestro apoyo a distancia, pero los Dragones Dorados de Sagkeion Lambda no han enviado tal aviso, nuestra flota es fuerte y está bien posicionada. Kulko prevalecerá.

_ Pero por lo que veo no se han atrevido a atacar aun…_ espetó Krago sin esconder un mínimo de desprecio.

La nueva ofensa había dejado desarmado al comandante del regimiento entrado en años, pero evidentemente falto de experiencia.

_ Nu… Nuestra flota no intervendrá en los problemas vecinos, defendemos al planeta Kulko y a todos sus habitantes libres de los que osen acercarse a nuestra jurisdicción. Y estamos cumpliendo nuestro cometido.

_ No gracias a vuestros cañones láser_ añadió Groa, que gozaba como espectador de la comunicación.

Krago volvió a gruñir, aunque nadie supo si para corroborar a Groa, o meditar sobre su siguiente frase. La regia compostura inicial del comandante Bugher se veía desconcertada ahora.

_ So…licitamos apoyo del adeptus astartes para miniminzar todo lo posible esta situación.

_Krago, mira esto_ interrumpió Groa descaradamente mientras señalaba el monitor secundario.

En ese momento, el radar percibía una nave de tamaño colosal, doblaba de lejos en tamaño a la propia Sometedora, y era transmitida a una pantalla holográfica para mostrar de forma tridimensional quizás unos quince kilómetros de slora repletos de cañones cual erizo.

_ Yo diría que es un acorazado. De los mayores que pudieran existir en este sector, si mis recuerdos implantados no me fallan, posiblemente de la clase Emperador, hace milenios que no se fabrican esas maravillas. Y parece que uno de nuestros amigos va tras él._ la formidable mole avanzaba por el vacío espacial como una gran ave muerta flota en la corriente.

En ese momento el objetivo de la Cráneo Roto viraba y ganaba velocidad, ignorando los disparos, en dirección a la grandiosa nave de batalla. Krago volvió a la comunicación con el jefe de los  Dragones sin demasiada prisa.

_ Necesito que mantengáis a esos dos Desoladores ocupados, os quitaré de encima a uno de ellos y designaré a mis cruceros de asalto Cráneo Roto y a Calavera Negra que os respalden.

_ Eso sería lo más sabio, señor Krago. Os aseguró que os sentiréis  afortunados de combatir junto a nuestras pode…

_ Cierro canal._ finalizó Krago.

Groa no soltó una sola palabra tras la sentencia.

_ Comunica el plan a Nakor y Trémulo, diles que atraigan todas las naves que puedan hacia el planeta Kulko.

 Si no quieren participar en la guerra, nosotros se la traeremos… Se dijo para sí mismo el comandante de los Conquistadores.
Tras el aviso, todas las compañías se dedicaban a estar preparadas de inmediato ante cualquier orden de sus correspondientes capitanes, aunque ya se respiraba un ambiente oscuramente festivo entre los astartes, bromeaban disimuladamente retándose para la inmediata contienda, deseando quizás, ser enviados a las cañoneras de inmediato. La Sometedora quedaba sola, pero el horror de la guerra se tornaba para ellos una bendición altamente ansiada.


_ Sin el apoyo de los cruceros de asalto, sería bueno concentrar el fuego de nuestra barcaza en el Desolador que se separa, es evidente que quieren abordar el acorazado, si no estarían disparándolo.  Si nos acercamos lo suficiente el cañón magma podría hacer volar su escudo de inmediato…

_ Esperaremos a que la aborden_ sentenció una vez más de forma seca._ Luego la abordaremos nosotros también, les daremos caza en el interior, ahí sus numerosas naves no valdrán nada_ afirmó irrevocablemente Krago.

Groa recapacitó un momento para concluir susurrando:

_Mátalos, dirígete a la sala de motores con nuevas células y los Conquistadores tendrán una nave acorde a su grandeza.

Krago clavó la azul mirada sedienta de complicidad en los ojos divertidos de Groa.

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